domingo, 2 de diciembre de 2012

El post que nunca leerás


El otro día leí en algún articulo que después de una ruptura se recomendaba escribir una carta que nunca se mandaría a la persona que se ha ido de tu vida porque ha querido irse.  Que era como una liberación. Vamos a probar. Aunque no es una carta, sino un post en un blog recién estrenado y tampoco te has querido ir de mi vida, pero sí dejas que yo me vaya de la tuya. 

Supongo que si tiene que funcionar lo mismo servirá. Nunca se sabe, igual hasta me olvido de ti hoy mismo y disgusto superado. Quizás esto de la carta sea útil. Como aquello de los huevos, que no sé si sirvió pero Mar y yo nos reímos un rato largo. Queda pendiente un post sobre la historia de los huevos blancos.

Pues aquí estoy, congelándome de frío  un gris domingo de invierno, en vez de estar en el sofá con una manta y un café caliente viendo por enésima varios capítulos seguidos de Sexo en Nueva York en Divinity. Aunque puede que cuando acabe de escribirte esta carta, y me libere y te olvide lo haga. Mis domingos no son días para ver películas profundas ni leer a Chejov. Y desde que cerraron Seriesyonkis soy incapaz de bajar ninguna serie. Tengo que verlas online y el domingo es para estar en el sofá y no delante del escritorio.

Pero voy a ceñirme al tema que me urge superar esto lo antes posible. Se me hace difícil escribirte en castellano, pero es que yo en catalán no escribo igual. Y aunque seguramente a ti y a mis amigos independentistas os pondría los pelos de punta leer esto es la pura verdad. Y eso que voté a ERC en las últimas elecciones. Y el catalán es mi lengua materna, la que hablo con mi madre y la primera que hablé. Pero no la primera en la que leí libros. Supongo que será eso, no lo sé. El caso es que es la lengua en la que escribo. Excepto las memorias de proyectos, que pronto espero saber escribir en inglés.

Venga, ahora sí, que me voy otra vez por las ramas:  no te has enamorado de mi. No sientes nada por mi más que cariño y atracción sexual. Por esa razón de mierda no puedo enviarte este texto ni darte la dirección de mi nuevo y flamante blog, porque si no quieres formar parte de mi vida emocional para qué voy a hacerte conocedor de mis sentimientos. Para nada. No te interesan y lo respeto. Una vez un tío por el que yo no sentía nada más que aprecio y él ya lo sabía me envío un mail declarando su amor y hablando sobre lo maravillosa que yo era. Lejos de conseguir acercarme más a él pensé "¿y ahora qué contesto yo a todo esto?”. Así que yo no te voy a hacer esa putada. Aunque nunca te lo haya dicho estoy segura que ya lo sabes.

Pero sí quiero experimentar esa liberación de la que hablaba el articulo así que sigamos: He creado una imagen idealizada de ti en alguna parte poco inteligente de mi cerebro (seguramente el mismo sitio que se ocupa de las habilidades informáticas). En ese rincón de mi cerebro con menos neuronas eres más guapo, más optimista y más divertido de lo que en realidad eres. No nos engañemos, sé que eres un quejica por tonterías y un poco criticón. Y no te sentaría mal engordar unos quilitos o ensanchar algo la espalda. Pero como me gustas todo eso me parece monísmo, so cute, como tendré que decir dentro de poco.  

Y sé que tendrás mil y un defectos más que no conozco y que no me dejas descubrir y por eso ahí sigues idealizado en el sitio lerdo –poco inteligente- de mi cerebro. Porque al resto de mi cerebro aun no lo han abandonado del todo las neuronas y sé que esto se pasa. Se que no es ningún drama, que no eres el hombre de mi vida, que el hombre de mi vida querría estar a mi lado. Sé que no es amor, casi ni enamoramiento. Es simplemente ilusión, unas expectativas que yo me cree solita sin que tu las alimentaras. Mea culpa.

Como para mi era tan divertido, fácil  y alegre estar contigo a mi ego le cuesta aceptar que tu no sintieras lo mismo. Que yo me sintiera tan plena, tan contenta contigo, más alegre, más inteligente, más sexual, más comprensiva y más vital. Quería a todo el mundo más y todo el mundo me quería más. Supongo que sí que estaba algo enamorada. Y tu no. 

Y tu no. Y eso jode. No tienes la culpa de lo que no sientes.  It must have been love but it’s over now. Solo tengo que aceptarlo, publicar el post, ver alguna serie con Mar, descansar y mañana el disgusto se habrá pasado. Probemos.




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